de bebedores entrenados...

lunes, 11 de abril de 2011

Preso de sus propias decisiones

Pablo Rodil está cada vez más desorientado: no encuentra la fórmula para hacer funcionar a HdelW, le falta autocrítica y debe mostrar reacción para cambiar en medio de la tormenta 

Ya no puede disimularse nada. Está todo a la vista. No se trata de buscar en los detalles. Es demasiado evidente. Y el hombre está en el centro de la escena, aunque no lo quiera. A pesar de ser cultor del perfil bajo, en HdelW es casi imposible sostener todo eso, y todo se potencia cuando las cosas salen mal. Se multiplican las complicaciones cuando se encadenan los errores. Luce desorientado Pablo Rodil, con un discurso fuera de la realidad. Queda expuesto cuando, en su búsqueda de ganar, modifica estrategias. Se desnuda cuando pretende disimular situaciones que lo incomodan. Gasta sus fichas con determinaciones que no dan resultados y muestran al equipo cada vez más desorientado. 

Se le corre el maquillaje con algunas de sus acciones. Suelta frases que sólo conspiran contra sus propios intereses: "Fue un partido raro. Real El Tío no nos preocupó nunca". La falta de autocrítica del entrenador del conjunto de Ituzaingó no es más que otra muestra de que se desborda ante un grupo al que todavía no le puede encontrar la fibra para la reacción. 
Parece no alcanzarle con esa condición de entrenador duro e inflexible. Con ese gesto de roble. Sufre como cualquiera por una mochila que pesa una tonelada cuando aparecen los nombres de Juan Pablo Adorno y Pedro Vallarino. Y queda preso de ellos cuando arma estrategias que conspiran contra esta especie de próceres borrachos. Incluso, parece gastarse en esta pelea por buscar el equilibrio y tratar siempre de encontrar la forma de que todos estén contentos. 

El plan de juego es uno de los problemas más importantes del entrenador. Ensayó con cuatro defensores, sobre el final con tres, eligió un atacante en su bloque ofensivo y entiende que sólo debe tener una sola pieza en ese rubro; pensó en armar una estructura para jugar con 2 enlaces, pero a veces jp y Ramiro se quitan espacios. Probara eliminando esa ficha? y volvió a darle peso a la figura de un solo enganche en su dibujo táctico?. Después del partido de ayer, quedó en claro que el equipo está lejos de lograr un volumen de juego, por lo menos, interesante. En ese contexto, son varias las voces que ya le reclaman un nuevo cambio de estrategia para el equipo... En la cuarta fecha del torneo, con sólo 3 puntos sobre 8 en juego y con una pobreza colectiva alarmante. 

Pretende cuidar las formas y ser políticamente correcto, pero eso también lo complica. "Es un esquema que varía en cuanto a posicionamiento, por momentos es un 4-4, en el que queremos darle una libertad importante a Averne en el funcionamiento." Esas palabras eligió Rodil para explicar su dibujo táctico, que comienza con cuatro defensores. Unos días después fue el propio Adorno el que dijo que no sentía que el esquema estuviese pensado para él. 

Está atado a sus determinaciones, porque en ese escenario de fórmulas de juego uno de sus soldados lo deja sin coartada. Es que Juan “Dani A.” Rodil, el hombre que mandó de 4, está lejos de su mejor versión y desarticula todo el aparato que Rodil pensó para él con la intención de que Adorno tenga más libertades. Quizás aquella lealtad que demostró el propio Balín, con frases como "con Gordini voy a la guerra", sea lo que lo hace dudar al entrenador cuando debe elegir piezas por cambiar. Ayer, en la cancha de Pilarica, el rendimiento del ex delantero le dio sobrados motivos para buscar una variante, pero el DT lo sostuvo hasta el final del primer tiempo. 

Incluso, parece tener ensayado los cambios que debe hacer. Como si la situación lo superase para lograr espontaneidad en ese sentido, cuando no le responden sus muchachos. Casi como una copia de lo que hace regularmente. Quizá sea casualidad, o quizá una de las cábalas que guarda el entrenador. Buscó de la mano de uno pesado e inexpresivo JM y un demencial Cente torcer el rumbo de un juego que no podía descifrar.

"Jugamos todo el tiempo intentando manejar el partido. Nos faltó agresividad para lastimar al adversario. No tuvimos ese picante en los últimos 20 metros." Estas palabras también pertenecen a Pablo Roberto. Y quizás ahí, en su distorsionada realidad, está el problema. 

By JM

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